El mundo interconectado depende cada vez más de información contenida en la nube, que administran servidores localizados en diversas partes del mundo. Esta interconectividad permite también vulnerabilidades que pueden dar pie a intromisiones, robo de información y pérdida de datos.
La norma ISO 27001:2013 procura un sistema robusto que evalúe las vulnerabilidades existentes y las corrija para evitar hackeos e intromisiones a los sistemas informáticos.